En la
producción artística de Mireya
Baglietto la obra obje-tual,
tanto pictórica como escultórica,
ocupa un capítulo es-pecial.
Si bien su carrera creativa comenzó con la cerámica,
es el es-pacio el que obra como hilo
conductor para marcar la evolución del hecho
estético, que va desde el espacio no significante
del cacharro al espacio de la escultura exenta. En cuanto
a la pin-tura, su búsqueda está
relacionada con la creación de espa-cios no dimensionables
por la perspectiva cartesiana.
Desde que comenzó a pintar en 1972, Baglietto
nunca inte-rrumpió su labor pictórica,
aunque en algunos períodos no mostró su
producción, por considerarla una contradicción
de lo propuesto por el Arte Núbico.
Sin embargo, después de un largo cuestionamiento
interno, reconoce que también esa idea
debe ser transformada para que el trabajo pueda
fluctuar entre la bidimensión de la pintura,
la tridimensión del volúmen escultórico
y la aventura multidimensional del Arte Núbico.
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